Valores en acción: cómo crecemos cuando trabajamos en grupo.

Nombre: Celina Rodríguez.

Matricula: 22-MPSN-5-002.

Valores en acción: cómo crecemos cuando trabajamos en grupo.

Introducción

Cada persona tiene valores que guían su forma de actuar, como el respeto, la responsabilidad o la solidaridad. Pero cuando varias personas se juntan para lograr algo en común, esos valores no se quedan solo en lo individual: se comparten, se combinan y muchas veces se transforman. Así nace una identidad grupal, que influye en cómo nos relacionamos y en lo que somos capaces de hacer juntos. Este artículo explora cómo los valores individuales y compartidos se conectan con el crecimiento del grupo, a través de diez actitudes clave para convivir y lograr objetivos comunes.

Valores personales, del grupo y de la comunidad

Los valores personales son como una brújula interna: nos dicen qué está bien y qué no, nos ayudan a tomar decisiones y a convivir. Sin embargo, en los grupos —ya sea en la escuela, en la comunidad o en el trabajo— los valores individuales deben dialogar con los de los demás.

A veces coinciden y se fortalecen, pero también pueden chocar. Por ejemplo, si alguien valora mucho la puntualidad y el grupo no lo hace, pueden surgir molestias. Por eso, es importante hablar, acordar y construir valores compartidos que guíen la vida grupal.

En una comunidad organizada, los valores del grupo ayudan a que haya respeto, participación y sentido de pertenencia. Cuando los valores personales coinciden con los del grupo, se genera una energía positiva que permite lograr cosas importantes.

Diez formas de crecer juntos: las 10 C

Estas diez palabras muestran cómo se reflejan los valores tanto en lo personal como en lo colectivo. Son claves para que el grupo funcione y cada uno se sienta parte.

1.Confiar

Personal: Creer que puedes lograr algo, aunque sea difícil.

Ejemplo: Un joven se anima a hablar en público por primera vez.

Grupal: Creer en los demás y saber que se pueden apoyar entre todos.

Ejemplo: Una junta de vecinos reparte tareas con confianza en cada quien.

2.Crear

Personal: Tener ideas nuevas y llevarlas a la acción.

Ejemplo: Una niña diseña un cartel original para su clase.

Grupal: Juntar ideas y hacer algo distinto.

Ejemplo: Un grupo crea una campaña de limpieza para su barrio.

3.Dialogar

Personal: Hablar con claridad y escuchar con respeto.

Ejemplo: Un adolescente explica su punto de vista sin ofender.

Grupal: Tener espacios para hablar, proponer y resolver.

Ejemplo: En una reunión comunitaria, todos opinan y se escuchan.

4.Compartir

Personal: Dar tiempo o ayuda sin esperar algo a cambio.

Ejemplo: Una joven ayuda a otro a entender una tarea difícil.

Grupal: Entender que lo común vale más cuando se cuida entre todos.

Ejemplo: En un taller, todos prestan los materiales sin problema.

5.Asumir compromisos

Personal: Cumplir lo que uno promete, aunque sea complicado.

Ejemplo: Un chico se responsabiliza por un proyecto hasta el final.

Grupal: Mantener la palabra como grupo, sin abandonar.

Ejemplo: Una comisión vecinal sigue activa pese a los obstáculos.

6.Colaborar

Personal: Trabajar en equipo con buena disposición.

Ejemplo: Una alumna ayuda con la decoración aunque no era su tarea.

Grupal: Organizarse para que el esfuerzo de todos rinda más.

Ejemplo: En una actividad solidaria, se reparten tareas según habilidades.

7.Aportar

Personal: Sumar ideas o energía para mejorar algo.

Ejemplo: Alguien propone pintar un mural en la escuela.

• Grupal: Hacer que las diferencias enriquezcan al grupo.

Ejemplo: Un equipo de trabajo valora lo que cada uno sabe hacer.

8. Cuestionar

Personal: Pensar críticamente sobre lo que se hace y cómo se hace.

Ejemplo: Una persona reflexiona si su actitud ayudó o no al grupo.

Grupal: Revisar lo hecho para aprender y mejorar.

Ejemplo: Después de una actividad, se analizan errores sin buscar culpables.

9.Acordar

Personal: Estar dispuesto a negociar sin perder el respeto.

Ejemplo: Un joven cambia de opinión al escuchar a sus compañeros.

Grupal: Llegar a decisiones que representen a todos.

Ejemplo: Una clase elige las reglas de convivencia por consenso.

10. Unirse

Personal: Tener gestos que fortalecen la amistad o el respeto.

Ejemplo: Una persona trata con respeto a alguien que piensa distinto.

Grupal: Crear identidad y sentido de pertenencia.

Ejemplo: Un grupo elige un nombre y un logo que los representa.

Conclusión

Ningún grupo funciona bien por sí solo. Se necesita que cada persona traiga sus valores y también que escuche, negocie y colabore. Las “10 C” nos recuerdan que el crecimiento se construye con acciones concretas: confiar, ayudar, escuchar, proponer, respetar. Cuando eso se logra, no solo el grupo mejora, también cada persona se transforma.

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Celina02

Holis, Soy estudiante de Psicología educativa y me gusta leer…